El C.D Ejido supera a un Racing que mejora, pero al que le falta mucho.
RACING BENAVENTE 0.- Josico, Julen, Vini, Víctor, Héctor, Tosko, Chino (Merillas), Puchi (Jeri), Piatti (Gago), Modes, y Jesús.
C.D EJIDO 2.- Machín, Rafa, Marcos, Cansa, Carlos, Urbi, Guti (Rubén), Keko (Bili), Toño (Suárez), Germán y Pelos.
Árbitro.- Simonov Todorov. Amonestaba a los locales Julen, Modes, Piatti y Jesús y a los visitantes Keko, Urbi y Rafa.
Goles.- 0-1 mto 22.- Keko, 0-2 mto 82.- Germán.
Ligera mejoría la del Racing Benavente en el partido que le midió al potente C.D Ejido a pesar de la derrota por 0 a 2. Los de Jorge Bruña siguen cometiendo errores habituales que la mayoría de las veces desembocan en peligro para el entorno de Josico o acaban en gol. Las dificultados con las que se encuentra el técnico benaventano para elaborar un once cada semana, unido a las limitaciones numéricas de la plantilla hace que muchos domingos haya jugadores que tengan que jugar en demarcaciones que no son las suyas. En esa tesitura se encuentra Víctor, un hombre que es su paso hace varias temporadas por el C.D Benavente, se desenvolvía como delantero o media punta y en el Racing está jugando de central ya unas cuantas jornadas.
Amén de todo ello al equipo le falta bastante confianza entre ellos, volver a recuperar aquel grupo de amigos que celebraba la primera victoria en Carbajosa de la Sagrada y que parece ser se ha perdido. Falta mucha comunicación en el campo entre ellos y sobra a veces demasiada individualidad, tarea ésta que deberá de sopesar el entrenador local.
Salieron con demasiado miedo los locales en este envite y si además tienes enfrente a un equipo serio, muy serio, que sabe a lo que juega, rara es la vez en la que puedes sorprender. Un Ejido con un centro del campo tremendo donde Urbi, ex del C.D Benavente, Keko y sobretodo Germán triangulaban constantemente buscando la mejor opción de pase cuando el balón estaba en su posesión o se encargaban de abortar las iniciativas que principalmente querían elaborar Modes o Jesús. Los leoneses llevaban la batuta del partido, estando mejor asentados en cancha y con más confianza que los locales. Las jugadas a balón parado era el arma más efectiva para los blanquinegros de hacer y las acciones de este tipo siempre estaban marcadas por los errores de marcaje que además se acentuaban al contar los leoneses con un delantero cercano a los dos metros de altura. Fue Keko el que abrió la lata en uno de esos balones colgados y libre de marca remataba de cabeza desde el segundo palo.
Con anterioridad ya Josico tuvo que intervenir de forma brillante para evitar el primero con un disparo de Germán, como también lo hizo a posteriori salvando lo que era un claro gol también en un remate de cabeza al segundo palo. Con ese 0 a 1 y ausencia de ocasiones locales se fueron al descanso.
Mordió algo más el Racing en la segunda mitad, mientras que el Ejido parecía querer sorprender a la contra elevando a la máxima potencia el riesgo que conllevaba el dejar hacer a un cuadro local tocado. Y de hecho pudo el Racing igualar el partido con acciones de Jesús, la primera al lanzamiento de una falta que obligó a estrenarse a Machín, inédito en la primera mitad, y con la ocasión más clara con un balón recuperado en el medio del campo y desde donde el siete local se marcó un eslalon para llegar algo escorado ante el meta visitante y enviar el balón por encima del larguero.
No ofrecía más el Ejido, pero tampoco el Racing encontraba la manera definitiva de entrar en el entorno de Machín con lo que el partido se convirtió en un correcalles. Y en estas que un balón complicado en la frontal obliga a despejar a Josico con la cabeza fuera del área con tal mala suerte que el balón cayó a los pies del jugador leonés más técnico quien se acomoda y sorprende desde lejos al meta local que a duras penas había llegado a su marco. Por cierto existen dudas en el inicio de esta jugada por posible fuera de juego. Jarro de agua fría para los racinguistas y poco tiempo para enderezar lo perdido. Pudo el cuadro benaventano, al menos, acortar diferencias en un remate de Merillas que acabó en el fondo de las mallas pero que fue invalidado por un fuera de juego que no se llegó ni a protestar.
Trabajo, trabajo y trabajo es lo que resta ahora al Racing que sabe que la batalla ante el Ejido no es de las suyas esta temporada y que si hay otras donde de verdad deberá de batirse el cobre empezando por la de este fin de semana en un nuevo partido en casa ante el C.D Peñaranda de Bracamonte, un puesto por encima de los benaventanos y con los mismos puntos. Un rival de los del Racing.