Fresno de la Ribera arroya a un C.D Benavente desaparecido
C.D BENAVENTE 1.- Rubén Luceño, Rafa (Mario Núñez), Chrístian, Héctor, Josemi, Álex, Mario Mateos (Rodri), Pepe, Crístian Berodas, Cobreros (Óscar Robles) y Puchi.
FRESNO DE LA RIBERA C.F 3.- Sergio, Mario, Javi, Pablo (Alberto), David, Marcos, Noél, Víctor (Eliecer), Borja (Ismael), Pablo Carbajal y Diego.
Árbitro.- Cabedo Figueredo, Vaquero Girón y Rodrigo Gonzalo. Amonestaron a los locales Rodri y Crístian Berodas y Pepe y a los visitantes Diego, Víctor y Javi.
Goles.- 0-1 Borja (10´), 0-2 Borja (65´), 1-2 Crístian Berodas (79´), 1-3 Borja (85´).
Así no. Este no es el camino de este C.D Benavente. Es más este no es el Benavente del Astorga o del Navega o incluso del Peñaranda ni por asomo. Tengo la sensación de que el Benavente ayer fue un equipo muy vulgar ante otro equipo que le venció en todos los terrenos. Ayer el Benavente perdió la identidad de sus dos equipos, el equipo como tal y el equipo como amigos. El equipo como tal sin juego, sin ideas, sin ritmo, sin claridad de pase, con muchísimos errores, sin llegada, sin intención, con demasiadas protestas y el equipo como amigos porque en ningún momento se atisbó ese grado de complicidad de unos jugadores que fuera del campo son un grupo de amigos que disfrutan como jóvenes que son enseñando caras largas, brazos caidos y miradas distantes.
No me gustó nada este Benavente que vi ayer y creo que como yo la totalidad de los que estuvimos ayer en el Luciano Rubio. El Fresno de la Ribera nos pasó por encima como una apisonadora y hay que darnos con un canto en los dientes por ese marcador tan corto para lo abultado que pudo ser porque los ribereños fallaron más que una escopeta de feria y eso o Canito lo remienda o puede pasar factura en otros partidos.
No fue precisamente el de ayer porque desde el minuto uno el Fresno fue superior al Benavente y con mayúsculas. Cada vez que pasaban de medio campo el nudo en la garganta se plantaba en los aficionados. Desastre mayúsculo en defensa con continuos balones a la espalda de los defensores tomateros que no supieron remediar y que una y otra vez dejaban en superioridad a los visitantes que por esa falta de puntería y por las acciones de Luceño no tuvieron una renta mayor.
El Benavente, tan solo llegó en dos ocasiones con peligro al área rival, en una acción brillante con espuela de Crístian Berodas para Cobreros que quiso colocar en lugar de asegurar y que el meta Sergio le adivinaba lo que pudo haber sido el empate. La otra en un remate de cabeza de Berodas que se va alto.
Entonces el marcador ya reflejaba una mínima derrota local tras una acción con doble fallo por banda izquierda y que finalizaba con un flojo despeje de Héctor que dejaba el balón franco para que Borja fusilara a Luceño. Llegaban una y otra vez los visitantes al área tomatera y las ocasiones se sucedían pero milagrosamente tan sólo hicieron un gol con el que se fueron los dos equipos a vestuarios.
De salida el Benavente colocó hombres nuevos sobre el campo dejando un ligero haz de luz de intención de cambiar el color del partido, pero solamente fueron diez minutos. Luego otra vez sufrimiento y repetición de la primera mitad en el que los extremos volvían locos a los defensores tomateros y volvían a poner de protagonista principal a Luceño.
Llegaba el empujón que hacía falta en el 79 en una combinación en la esquina izquierda del área grande visitante entre Pepe y Berodas que culminaba este de un derechazo bestial colando el balón por la escuadra casi sin ángulo. El gol sólo fue un espejismo y los visitantes seguían rompiendo la defensa una y otra vez hasta que Borja que ya había conseguido el segundo antes del tanto local, hizo el tercero tras recibir un balón entre líneas de Alberto y en esas el Benavente sin aparecer.
Había bajas importantes, sí, pero no eran tan determinantes como para que el Benavente jugara tan rematadamente mal como lo hizo. Afortunadamente es la tercera jornada y hay momento para soluciones, pero lo que sí está claro es que ésta no es la línea a seguir