Álvaro Lobato se lleva el maillot de líder sub 23 en la Imperial Bike Tour
Este fin de semana se ha celebrado la I Imperial Bike Tour en la localidad de San Lorenzo del Escorial en plena Sierra de Guadarrama en la que los ciclistas han tenido que luchar con algo más que el durísimo recorrido y las condiciones de sus piernas. Lluvia, viento, niebla, sol, mucho barro y hasta el granizo se convirtieron en enemigos de primera línea para esta primera edición llena de dificultad, una dificultad que quiso probar de primera mano Álvaro Lobato. El biker benaventano del X-Sauce Orosia al final se alzaba con el maillot del líder en sub23 y colocándose octavo en la general absoluta.
Álvaro Lobato: “Nueva experiencia en el mundo de las dos ruedas. Este fin de semana he corrido mi primera carrera por etapas de mtb consistentes en tres días de competición con un desnivel bastante grande la Imperial Bike Tour en la sierra de Guadarrama.
DIA 1.- El primer día se trataba de una etapa de 25 km en su totalidad de subida. Me encontré bastante bien pero llegando al final de la etapa mis rivales estaban más fuertes que yo y me soltaron perdiendo dos minutos en la general que me colocaban octavo en la general absoluta y segundo sub23.
DIA 2.- La etapa más dura sin duda. Se trataba de una etapa de 55 km con 1.890 metros de desnivel positivo. La idea la tenía muy clara. Intentaría irme lo antes posible para intentar recortar los dos minutos que me separaban del maillot de líder y así lo hice. Llegamos al kilómetro diez y tire para delante pero cuando fui a meter mano a mi bolsillo me di cuenta que me había dejado el alimento solido en la carpa del equipo y que sólo tenía geles y glucosas. Ya no había vuelta atrás, no se podía parar y todo iba según lo previsto, pero en el kilómetro cuarenta “el tío del mazo” apareció y no sólo hizo que mis rivales me pillaran si no que a mayores me metieron 10 minutazos. Arrastrándome hasta meta, pude acabar en décimo tercera posición absoluta. Tuve suerte que los últimos cinco kilómetros eran de bajada.
DIA 3.- Es la última etapa y la más larga pero al parecer no es la más dura. Setenta y seis kilómetros por delante con 1.500 metros de desnivel positivo. En mis piernas y cabeza incertidumbre tras lo sucedido en el día anterior, hoy se trata de recortar diez minutos y no 2. Decido que la etapa es larga, que iré a mi ritmo hasta mitad de carrera y desde mitad para delante pondré un puntito más, si puedo. Así lo hago desde el principio, pero el grupo de cabeza se me escapa por lo que me toca hacer el noventa por ciento de la carrera en solitario por detrás pero con muy muy buenas piernas. En el último puerto veo, a lo lejos, el grupo delantero. Bajo un piñón y voy a por ellos consigo enganchar a mi compañero de equipo Julián Adrada y le pido que me eche una mano para poder sacar tiempo. Entre los dos seguimos con todo hasta acabar la etapa finalmente quinto y sexto y consiguiendo remontar los diez minutos que me harían ganar la general final sub23 y pudiendo ser octavo en la general absoluta.”