ASAJA DENUNCIA LA BURLA EN EL SECTOR LÁCTEO
La organización agraria ASAJA de Castilla y León considera “una burla al Gobierno y a los ganaderos” la actitud de pasividad y desprecio con la que las industrias lácteas están planteando la firma de contrato de suministro de leche con los ganaderos, proponiendo precios mínimos que son hasta seis céntimos inferiores a las ya mínimas cotizaciones de mercado actuales.
Las industrias lácteas, siguen presionando al sector ganadero como si quisieran la inmediata ruina de los productores españoles y así, cuando todo apuntaba a un mercado alcista en línea con lo que está pasando en el resto de Europa, las principales fábricas lecheras han anunciado que para la leche de octubre (la que se está pagando estos días) los mismos precios que en septiembre, aumentando así el diferencial entre el ganadero español y la media percibida por los ganaderos del resto de Europa, que supera ya los cinco céntimos de euro en litro.
ASAJA aconseja a los ganaderos que no firmen ningún contrato de compraventa de leche con precios mínimos inferiores al mercado francés, país eminentemente exportador de donde provienen la mayoría de los tres millones de litros de leche y productos lácteos que entran cada año en España, montante que supone aproximadamente un tercio de nuestro consumo y “que las grandes superficies utilizan como reclamo para los consumidores y que está llevando a la ruina a los empresarios lácteos de este país”, según apuntan desde la organización.
ASAJA de Castilla y León tiene la certeza de que la industria y la gran distribución, tienen pactados los precios que pagan cada mes al ganadero, muy similares por parte de todos los compradores, que han acordado la estrategia a seguir respecto a la aplicación del Real Decreto del pasado mes de septiembre, sobre contratos lácteos, que han paralizado la subida de la leche por el respiro dado a los ganaderos por el cobro anticipado de la mitad de las ayudas de la PAC, y que no van dar tregua al sector productor hasta que no se lo imponga el Gobierno.
Por esta razón, y dada la situación de gravedad debido al constante cierre de ganaderías, ASAJA ha pedido a la consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Silvia Clemente, que solicite al ministerio de Agricultura la convocatoria urgente de una Conferencia Sectorial de Agricultura para tratar de forma monográfica la crisis del sector lácteo y que, se adopten las medidas oportunas para provocar un repunte significativo e inmediato de los precios en origen, unos precios que actualmente están en una media ponderada de 315 euros por tonelada.
Al contrario que los precios de la leche, los costes de producción no dejan de subir, y así lo están haciendo tanto las materias primas que intervienen en la alimentación, como la electricidad, el gasóleo, los servicios profesionales o los productos veterinarios.
ASAJA considera que un desmantelamiento del sector productor de leche, tanto de vacuno como de ovino y caprino, sería un error de magnitud y consecuencias incalculables para la economía y el desarrollo rural de Castilla y León, y que además no tendría retroceso, ya que la explotación que se cierra lo hace para siempre. Lo que ya es constatable al día de hoy es el cierre de ganaderías, la menor contratación de asalariados en las explotaciones y la nula incorporación de jóvenes a esta actividad.
En Castilla y León hay 2.026 ganaderías de vacuno de leche con una cuota asignada por encima de las 800.000 toneladas, con una media de producción de 400.000 kilos por ganadería, superior en un 37 por ciento a la media nacional, que es de 292.800 toneladas, al existir en nuestro país más de 21.000 ganaderías con una cuota total por encima de los 6 millones de toneladas. Las explotaciones de tipo medio de vacuno de leche de Castilla y León tienen unas 100 vacas, de las cuales 55 se ordeñan y 45 son animales de menos de dos años destinados a la reposición.