El Desguaces Casquero pierde en Cuéllar con un 3-5 a falta de un minuto
F.S CUÉLLAR COJALBA 5.- Cano, Josito, Iván, Samu, Carlos. También jugaron, Raúl, Piti, César, Chuquito, Gonza, Álvaro y Javi.
DESGUACES CASQUERO 5.- Tomy, Javi Cala, Malaguti, Joselu y Christian. Luego jugaron, Charlie, Arafa, Álex, Samu e Ito.
Árbitro.- Guerra y López. Amonestaba a los locales Álvaro, Carlos, Chuquito, Gonza y Cano y a los benaventanos Javi Cala, Malaguti, Álex, Arafa y Samu.
Goles.- 1-0 Carlos (3´), 1-1 Malaguti (8´), 1-2 Charlie (15´), 2-2 Piti (19´), 2-3 Charlie (23´), 2-4 Arafa (27´), 2-5 Charlie (32´), 3-5 Chuquito (35´), 4-5 Javi (40´), 5-5 Javi (40´).
No regresó contenta la expedición atlética de Cuéllar donde además no supieron sacar un partido adelante cuando se tenía más que ganado y dejando que la brecha de puntos con los de arriba se abra cada vez más, de hecho el colista está a menos puntos que los que los chatarreros tienen con el líder.
Pero tampoco regresó contento con la actitud de alguno energúmenos que se parapetan entre el público que sí que va a disfrutar para desahogar las penas de la semana sin importar, en absoluto, que haya menores a su alrededor y el ejemplo que a estos confieren. Eso lo tuvo que sufrir el Desguaces Casquero por culpa de un par de desalmados a los que el deporte les importa un bledo y que obligaron a que el partido estuviera cerca de diez minutos detenidos por el acoso al banquillo benaventano.
Luego viene el partido en el que los chatarreros lo tuvieron en su mano y que sin embargo olvidaban dos puntos en el último minuto. Nuevamente los errores, que se siguen repitiendo, condenan al equipo a resultados como los de las últimas jornadas en las que haciendo cuentas han sumado dos puntos de quince posibles. En este periplo el Casquero ha pasado de ser colíder a refugiarse en la zona media baja de la tabla y lo que es peor muy lejos de los objetivos planeados al inicio de temporada.
El partido era de esos de dar el golpe en la mesa y demostrar que las intenciones de este equipo esta temporada es la de luchar por todo y que aunque el rival también juega y cuenta para estar ahí hay que ganar a los mejores y tampoco sucedió en esta semana.
No fue merecedor de este empate el cuadro de Bertolín que debió de llevarse mucho más pues fue superior en todo momento al Cuéllar que vivió de las migajas que los benaventanos dejaban en el camino. Así llegaba el primero de los goles que adelantaba por única vez a los locales en una pérdida de balón que aprovechaba Carlos.
La presión asfixiante a toda cancha del cuadro atlético pronto tendría recompensa en una acción de Malaguti que empataba el partido y poco después Christian hacía el segundo hasta que otro grave error casi sobre el descanso devolvía las tablas. «Cambiamos dinámica durante el descanso buscando solución a los malos incicios de las segundas partes que llevabamos y casualidad o no arrancamos la segunda parte metiendo un gol a los 13 segundos del inicio, gol que nos dio moral y nos permitió coger confianza y empezar a controlar el partido a nuestro gusto desplegando buen juego a nivel ofensivo y defensivo. Con el partido muy controlado por nuestra parte llegó el 2-4, que nos daba alas y confianza.»
En la segunda mitad el Atlético Benavente volvía a ser muy superior a un Cuéllar que no entraba en el partido y metió la directa para en dos zarpazos, uno casi de inicio, se colocara con 2-4 tras los goles de Arafa y Charlie. Fue ahí donde el partido se detuvo por los incidentes de la grada para con el banquillo benaventano hasta que los árbitros decidieron reanudar y choque. Lejos de amilanar a las huestes del valenciano, Charlie ponía el quinto y dejaba de forma muy franca un marcador que ya celebraba la victoria. Fue el momento aprovechado por el técnico del Cuéllar Cojalba para dar entrada al portero-jugador que en un principio no supuso problema hasta que los benaventanos lo crearon permitiendo el tercero local y creer a los segovianos. «Después de un parón de casi diez minutos por intento de AGRESIÓN de la hinchada local hacia nuestro banquillo, en la reanudación conseguimos hacer el 2-5. Todo parecía estar de cara, pero a falta de cuatro minutos para el final nos salieron de portero-jugador, al principio estábamos ajustándolo bien, pero un error nos condenó y el rival recortaba distancias. Desde ese momento parecía que nos temblaban las piernas y no supimos jugar esa situación. No fuimos capaces de hacer posesiones largas ni jugar con el marcador a favor hasta que a falta de unos cuarenta y nueve segundos, en una contra del rival, llegaba el 4-5. Los fantasmas empezaban a aparecer en la pista y la falta de confianza por la trayectoria que llevábamos hizo que les regaláramos el empate final a falta de ocho segundos por no defender concentrados el ataque de portero-jugador».
El tercer tanto sembró de dudas al Desguaces Casquero que no supo reaccionar ante el quinto jugador entrando en el último minuto con un 3-5 que al final se convertía en un 4-5 a falta de cuarenta segundo y en el 5-5 a falta de diez.
José Bertolín (Entrenador del Desguaces Casquero).- «Sabíamos que iba a ser un partido muy complicado y difícil por el rival y por la pista, y así fue. Quisimos ir a por el partido desde el principio haciendo una fuerte presión en cancha completa y llevando la batuta del juego. El rival nos creaba peligro de nuestros errores de pérdidas de balón en transiciones y en una de ellas se nos pondrían por delante. Supimos reaccionar bien y continuamos en nuestra línea y fruto de ello le dimos la vuelta al marcador. Pero como desgraciadamente es habitual nos duró poco la alegría y en otro error gravísimo en el ajuste defensivo, nos empatarían al partido. Resultado con el que nos iríamos al descanso. Partido duro y con cara de tontos que se nos queda. A escarmentar y a pensar en las cuatro finales que nos quedan para el ecuador de la competición. Como positivo destacar la reconciliación de Charlie y el gol y sacar un punto en una cancha complicada después de tres partidos sin puntuar. Debemos de tener paciencia ya que tenemos mucho margen de mejora y esto es muy largo».