Curiosidades que desconocías sobre las lágrimas y llorar

Llorar es un proceso fisiológico de los seres vivos, pero la capacidad de derramar lágrimas es una característica única entre los seres humanos que puede tener muchos significados. Un bebé llora cuando tiene hambre, cuando tiene sueño o algún dolor. Pero esto no cambia con los adultos. Puedes llorar por múltiples y curiosas razones:

Llorar es bueno para la salud

Durante años las lágrimas se han considerado como señal de debilidad. Cuando estás triste puedes expresarlo con el llanto. Esto pasa porque el cuerpo libera sustancias que hacen el papel de un calmante natural, lo que ayuda a que el dolor no sea tan fuerte como parece. Después de llorar con intensidad tu cuerpo entra en un estado de calma y de tranquilidad, el motivo es que a través del llanto tu cuerpo libera oxitocina, que funciona como anestesia natural.

Las lágrimas también tienen la capacidad de evitar la deshidratación de las membranas mucosas de los ojos, por lo que mantienen tu vista en perfectas condiciones. Otro de los efectos de las lágrimas en la salud es que pueden matar algunas bacterias que provocan resfriados en cuestiones de minutos puesto que tienen un fluido llamado lisozima D. En resumen, llorar es un buen ejercicio que ayuda a mantener en buen funcionamiento tu organismo.

¿Las lágrimas de alegría y tristeza son las mismas?

Los científicos engloban las lágrimas en tres:

Lágrimas basales: son las que mantienen la córnea siempre mojada. Éstas lubrican los ojos y los mantienen libres de suciedad.

Lágrimas reflexivas: son el resultado de la irritación del ojo por partículas extrañas o por sustancias irritantes. Cualquier cosa que te cause irritación provoca este tipo de lágrimas, por ejemplo los vapores de cebolla, los gases lacrimógenos, los gases de pinturas y químicos corrosivos. Estas lágrimas limpian y expulsan cualquier elemento extraño.

Lágrimas emocionales: son las que se originan por cualquier tipo de emoción o sentimiento: alegría, tristeza, enojo, furia, etc.

Las causas “emocionales” por las que lloramos son varias: para aliviar tensiones, por empatía, por compasión, cuando sentimos dolor, para llamar la atención y hasta por felicidad.