EL C.D BENAVENTE SE HUNDE ANTE EL NAVEGA AL CAER DERROTADO POR 1 A 3.
C.D Benavente: Marco, Pablo, Felipe, Manu (Jorge), Robles, Urbi, Rubi, Pepe, Samuel, Isma (Alberto) y Diego (Rafa).
C.D Navega: Ramón, Jona, Manu (Dani), Chuchi, Javi, Blito, Heimon, Álvaro, Alex (Quique), Alberto (Alvarito) y Yarte.
Goles: 1-0: m. 5, Isma; 1-1: m. 60, Yarte de penalti; 1-2: m. 87, Alvaro; 1-3: m. 91, Quique
Lo de menos, entre comillas, es la derrota. Lo peor es la sensación de desgobierno que se ciñe en torno al equipo tomatero que se ha metido en una dinámica realmente catastrófica en distintos aspectos de la entidad. Empezando por lo deportivo lo de ayer, una vez más, es para especialista en puzzles. Si ante el Carbajosa, Rioseco, Villaralbo el técnico leonés experimentó con movimiento de juegadores fuera de sus demarcaciones, lo de ayer volvió a ser más de lo mismo. Con un banquillo plagado de jugadores de zona defensiva, se limitó a recolocar interiores, centrales y centrocampistas en lugares nada habituales para ellos. Claro después de ver a Lucho, en principio fichado como delantero centro, jugar en Villaralbo de lateral, a Robles un centrocampista creador, el hombre con más visión y sentido de juego de este Benavente de central, o ayer a Pepe de delantero centro a uno le dan ganas de practicar el ajedrez para entender los movimientos del mister leonés. Con un once diferente, jornada tras jornada, es muy difícil hacer un equipo y la situación es más que complicada para lo que se espera de este equipo y para lo que está costando motivo por el cual la directiva podría hacer pedido por primera vez explicaciones al técnico Ramón Carreño tras el partido del Navega.
Con tanta pieza fuera de su sitio, es de entender, el desbarajuste total que se vió el domingo sobre el campo y ante un equipo que tampoco era como para tirar cohetes, excepción de los balones parados donde debido a su envergadura salían con ventaja. Pero un equipo que no tira a puerta, es muy difícil que pueda pasar del cero a cero a no ser que un contrario lo meta en su propia portería. En esta texitura se encuentra actualmente el Benavente. Y no se puede negar que no corrar, porque la verdad se dejan el alma sobre el campo, pero que también corren a lo tonto es cierto. Y mucha culpa de esto, y que me perdonen los culés, la tiene el F.C Barcelona. El Benavente quiere jugar con el mismo estilo, cosa que es muy de agradecer por parte del aficionado, pero claro el Barça tiene a Iniesta, Messi, Xavi, Busquet o Cesc y el Benavente a Robles o Urbi, dos jugadores muy válidos para esta categoría, pero que no huelen pelota. De hecho el meta Marco tocó más ayer el balón que Oscar Robles o Urbi y es que si es cierto, mucho toque pero atrás jugando mucho con el portero y ahogando la respiración de los aficionados. Luego balón juegado en banda y sin pasar por el centro del campo y así es muy difícil jugar. Si un equipo hace un despliegue físico como el Benavente, se hace con la posesión del balón pero se desgasta atrás y se pierde en infinitos toques al final el resultado es el de ayer. Un rival, como el Navega, como el Villaralbo, como el Mojados o el Guijuelo, que sin quitarles méritos, se aprovechan del trabajo del Benavente ya que sólamente han de esperar a que la pelota intente llegar adelante. De poco vale tanto desgaste físico si el único que se cansa es el que lo propone mientras que el rival vive de las rentas. Está bien el toque, la posesión y el despligue físico siempre que sea de medio campo para adelante.
Claro así salió el partido. Un Benavente que se vió agobiado en la parte trasera y donde perdio infinidad de balones una y otra vez. Sin embargo un fallo del lateral derecho charro Jona permitió a Samuel plantarse solo ante el área rival y servirle un balón de oro a Isma que marca a placer. Y fue todo lo que dió el Benavente a lo largo del partido porque las ocasiones y las llegadas, sin ser demasiado insistentes correspondieron a los visitantes. Alex por partida doble en el 18 y en el 42 pudo colocar las tablas, pero el remate de cabeza en la primera y el disparo alto en la segunda lo evitaron. Así y todo el Benavente se fue con la momentánea victoria al descanso.
Y maldita sea la segunda mitad, pues el Benavente fue a peor a medida que avanzaba el partido, y además iba dejando parte de guerra con las lesiones de Manu y de Isma, que se suman a las de Lucho y demás. Todos con problemas físicos de sobrecargas. Y de esto se aprovechó el Navega que además se encontró con un tonto penalti cometido por Felipe que supuso el 1 a 2 en el 60. Pudo conseguir el tercero en el 79 pero Pablo logra interponerse en el camino del delantero cuando se había zafado del meta local. Pero el infortunio llegaría cuatro minutos después cuando Alvaro, libre de marca, aprovecha un rechace de Marco. Desde entonces un querer y no poder por parte de los locales que además iba con todo arriba sin más peligro que los saques de esquina donde incluso Marco se permitía el lujo de subir a rematar. Y claro en una de esas llegó el tercero, en un clamoroso fuera de juego visitante, debe de haber al menos otro jugador entre el último y la pelota, aunque este no sea el portero. Aquí Quique hizo el tercero que además le valió la expulsión al técnico local, que tuviera razón o no no daba sentido a una derrota que ya era realidad.
Capítulo aparte merece las acciones disciplinarias de jugadores y en este caso del técnico, que semana tras semana repercuten en las arcas del club. La mayoría de esas sanciones son por protestar, Pepe u Oscar Robles o Ramón Carreño las vieron ayer y esto la directiva no lo puede permitir debido a que pocos han sido los partidos donde el Benavente ha terminado con once por acciones como esta.
En el capítulo interno, algunas desavencias o discrepancias han hecho que algun directivo abandonara en los últimos días el organo directivo del club. Y es que cuando las cosas van mal, se ponen peor y así lo que pasa es que entre todos al Benavente se le va matando.