Iker Carrera tampoco pudo dar una alegría en esta edición de La Bañeza

Una vez más no hubo suerte para Iker Carrera en una prueba en la que tenía depositadas muchas ilusiones y que considera como correr en casa. La Bañeza se convertía una vez más en noticia a nivel nacional del mundo del motor por una carrera, tipo de las que hace años se corrían en Benavente, con circuito urbano y donde el calor de la afición se deja sentir más que el del tubo de escape. Los familiares, amigos, conocidos todos se apostaban en cada cada tramo, en cada curva como queriendo ser un caballo más que empujara a las motos en cada tramo. Por eso lo pasó tan mal Iker Carrera al finalizar la prueba sin conseguir dedicar un buen puesto a los que en cada paso de su carrera como deportista están a su lado, a los que sufren con él en los momentos malos y a los que se alegran en los buenos.

A Iker Carrera no le valen las medias tintas, es de esos tipos como Marquez, Rossi, Lorenzo o compañía a los que sólo les vale estar en lo más alto del cajón y por eso cuando se arriesga casi siempre se pierde pero a veces se gana. Dos caídas acompañaron también por las calles bañezanas al bueno de Iker, una de las cuales no logró apartar las ilusiones de agradar al 11 de la tierra colándose séptimo en parrilla, pero la segunda cuando «viajaba» quinto si lo hizo. La línea que separa el trabajo, la ilusión, el sentimiento, las ganas por hacerlo bien… a veces es tan estrecha que se rompe donde más duele y por ahí se partió la de Iker viendo como todo el trabajo y la ilusión de un año por verse en las calles de La Bañeza se iba al carajo. Pero hay más veces y con la edad de Iker hará bueno el dicho «el que la sigue, la consigue». «No soy capaz de describir lo que en este momento siento, tristeza, rabia, cansancio y dolor, pero no dolor fisico, no, dolor psíquico. Este fin de semana era el más esperado durante un año. Era la carrera, era nuestra carrera, la carrera de casa. Hemos trabajado y hemos hecho todo lo posible y nos hemos dejado la piel por esta carrera, año tras año, durante estos 5 años de participación. Hemos aprendido los secretos del trazado bañezano, y poco a poco vamos llegando ahí arriba donde quiero estar y consiguiendo nuestros objetivos, pero este año, ha sido muy diferente. Empezamos los libres con una caída, después salimos a los cronometrados donde conseguimos una séptima posición, y en carrera ocupaba la quinta posición, y al final una caída me llevó a no cumplir el objetivo de este año. Reconozco que las ganas me pudieron, las ganas de hacerlo bien en casa delante de mi gente y en este circuito. Pedir perdón a toda la gente que puso su confianza en mi y me apoyo para esta carrera. También dar las gracias a esas personas que están día a día y te dan los ánimos para seguir y nunca rendirse. Nos vemos el año que viene otra vez en La Bañeza con la cabeza en su sitio y sabiendo hacer las cosas. «Unas veces se gana y otras se aprende»