La nueva moda antiestrés: el orgasmo cerebral
Si a alguien le preguntan qué es la respuesta sensorial meridiana autónoma (ASMR) seguramente se quedará en blanco. A sabiendas de esto, quienes se están haciendo eco de este nuevo fenómeno no han tardado en rebautizarlo como “orgasmo cerebral”, nombre insinuante donde los haya que facilita imaginar en qué consiste: “Es una sensación agradable, como un hormigueo que se desplaza sobre el cuero cabelludo o en otras partes del cuerpo, en respuesta a estímulos auditivos, visuales u olfativos”. O, por lo menos, así lo describe la periodista Stephanie Fairyington en un artículo del New York Times.
¿Terapia eficaz o chorrada para ultramodernos? Las opiniones son dispares. Brad Schmidt, director de la Unidad de Ansiedad y Salud Mental del Departamento de Psicología de la Universidad de Florida, responde a la pregunta de si cree que las susurradoras pueden abrir nuevas vías terapéuticas con un rotundo “no”.
Por el contrario, el profesor Roumen Kirov, del Instituto de Neurobiología de la Academia de Ciencias de Bulgaria, está a favor de explorar el ASMR desde el punto de vista clínico. “En mi opinión, debería hacerse abordando cuestiones teóricas, como el principio de la energía libre, la codificación predictiva –procesamiento neuronal de la información que se adelanta a los estímulos visuales– y el sueño lúcido”, indica este experto en neurodinámica.