La Guardia Civil aportó en la búsqueda el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (con sede en Valladolid), el Grupo Cinológico del Pardo (con perros especialistas en la localización de cadáveres sumergidos), personal del SEPRONA y Unidades de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Zamora y un helicóptero que se desplazo desde Asturias.
En el momento de producirse el supuesto lanzamiento al agua, el día 3 de abril, la Guardia Civil no interviene al no ser competente por la distribución territorial y material de competencias que previene la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, si bien se tiene conocimiento de lo ocurrido por los mecanismos de coordinación que existen entre las mismas.
En la tarde del sábado 9 de abril, 6 días después, la Subdelegación del Gobierno dispone la intervención de la Guardia Civil (potestad que tiene según lo previsto en la ya citada Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad) por haber recibido petición en tal sentido del Ayuntamiento de Zamora.
Durante el día siguiente domingo 10 de abril se prepara el operativo que es iniciado el Lunes día 11 a primera hora de la mañana con la presencia del GRUPO ESPECIAL DE ACTIVIDADES SUBACUÁTICAS (GEAS) con sede en Valladolid. Debido a la nula visibilidad (tan solo 30 cm ayudado con sus potentes focos) obliga los submarinista a utilizar un sistema de rastreo consistente en construir mediante cabos y pesos “una especie de calle” en el río que luego recorren palpando el fondo. De esta manera recorrieron una superficie que cifran en unos 6.400 metros cuadrados. Además de la falta de visibilidad, ha supuesto una dificultad añadida la temperatura del agua y las fuertes corrientes existentes actualmente, y que en ocasiones estuvieron a punto de provocar que alguna de las embarcaciones semirrígidas volcaran.
Simultáneamente a estos reconocimientos subacuáticos, se realizan de márgenes y puntos más significativos del río (aceñas, azudes,…). Tareas en que además de los miembros de GEAS y con la colaboración de Bomberos de Zamora (ambos desde el agua) han colaborado fuerzas de la Comandancia de Zamora (motoristas del SEPRONA y de los Puestos competentes de la demarcación de San Román, Almaraz,….) y voluntarios de Protección Civil desde tierra.
El día 12 por la tarde se procedió a la localización y extracción del agua de un cadáver que finalmente resultó no ser de la persona buscada, sino otra cuya desaparición se estaba denunciando en la Comisaría del Cuerpo de Policía Nacional en ese mismo momento. Al día siguiente fue autorizada la intervención de los perros detectores de restos cadavéricos sumergidos, con base en El Pardo, Madrid. Es una novedosa especialidad que puede llegar a detectar los gases que emanan desde medios acuáticos (ríos, embalses, lagos etc.) de cadáveres de personas (o de otros seres vivos) que se encuentren sumergidos.
En este caso, a Zamora se desplazaron dos componentes del Grupo Cinológico de la UCICE (Unidad Cinológica Central) de El Pardo (Madrid) con dos perros (pastores belgas Malinois).
También se sumó al despliegue el día 13 un helicóptero, que por necesidades operativas se desplazó desde Asturias, reconociendo desde el aire, incluso con los buceadores de pie sobre los patines del aparato, las márgenes y diferentes islas existentes en el río a su paso por Zamora.
El jueves día 14 surgió otra búsqueda de una persona en el río Bernesga de León, por lo que fue necesario que la Guardia Civil simultaneara ambas operaciones.
El sábado día 16 se produjo el relevo del equipo GEAS de Valladolid por otro que se desplazó desde Cuenca, que continuaron con los reconocimientos tanto en superficie como subacuáticos.
Finalmente, el domingo día 17, cuando miembros del GEAS y de bomberos estaban estudiando el punto donde poder botar los barcos en la zona de las aceñas GIJÓN, uno de éstos vio algo que le pareció un cuerpo, lo que confirmaron, procediendo a su extracción ante la posibilidad de que la fuerte y creciente corriente lo pudiera arrastrar.
Pasado aviso al Cuerpo de Policía Nacional, competentes para la instrucción de las Diligencias, se personaron allí funcionarios de dicho Cuerpo y la comitiva judicial, procediéndose al levantamiento de cadáver que fue identificado sin ningún género de dudas como la persona que estaba siendo buscada.
Toda vez que dichos puntos ya habían sido reconocidos con anterioridad, una hipótesis que los especialistas del GEAS no descartan es que la fuerte corriente existente lo hubiera podido desenganchar de algún punto previo.
Por parte de la Guardia Civil se destaca la colaboración que en todo momento ha prestado tanto los Bomberos de Zamora como los voluntarios de Protección Civil.
