La Rosaleda empieza a creer en el Caja Rural de Celia Matías tras el 5-0
CAJA RURAL 5.- Noelia, Alexia, Lola, Raquel y Anina. Luego jugaron, Rosa, Alba, Nati, Bea, Noelia Cañibano, Silvia y Laura.
C.D SAN CRISTÓBAL DE SEGOVIA 0.- Esther, Raquel, Elena Andrea, Irene y Blanca. Luego jugaron, Teresa, Alejandra y Cristina.
Árbitro.- Huertas Pascual. Amonestó a la local Alexia.
Goles.- 1-0 Raquel (4´), 2-0 Anina (17´), 3-0 Alexia (24´), 4-0 Anina (35´), 5-0 Bea (37´).
Segundo partido, segunda victoria para las cajeras de Celia Matías en esta liga 2017-2018 que se está convirtiendo en visos de algo muy grande para este deporte y sobre todo para el femenino en Benavente. Algo que también se está palpando a través de un público que casi medió La Rosaleda y que no hay duda ninguna que cada semana serán más los seguidores atléticos que se sumen a la cruzada femenina porque estás chicas van camino de hacer historia. “Me ha causado muchísima alegría el ver el pabellón, quizá el día de la presentación no había tanta gente, pero hoy daba un gusto enorme girar la cabeza y ver como animaban a las chicas en cada acción y espero que no sea algo de hoy sino que a lo largo de la temporada la Rosaleda se nos llene”. Así de contenta se encontraba la entrenadora local Celia Matías tras ver el colorido de la grada perdiendo el color de las butacas y ganando el de las elásticas blanquiazules, por cierto las chicas se quedaron una semana más con las ganas de defender los colores que representan a su club y volvieron a sudar la camiseta azul, que no es ni la segunda equipación.
El partido fue nuevamente un manojo de nervios por parte de las locales sabedoras de la responsabilidad que tanto la afición, como la directiva e incluso ellas mismas se han cargado a sus espaldas tal como apreciaba su entrenadora Celia. «Los nervios son un poco traicioneros, pero todo el mundo sabe los objetivos que tiene la directiva con nosotras apostando muy fuerte pero tenemos que ir con los pies en el suelo, ganar todos los partidos, los posibles y sobre todo competir que aunque se pierda un partido al menos saber que se ha dejado todo en la pista. Sabemos que nos va a costar mucho y que hay equipos que también lo van a pelear pero estoy contenta ya que vamos poquito a poquito con dos victorias en dos partidos y a seguir en línea”. Esos nervios con el paso de los minutos se van apartando poco a poco, pero no terminan de desaparecer y las jugadoras de Celia Matías son tan perfeccionistas que en ocasiones dan paso al miedo por hacerlo mal.
Enfrente un rival que no puso tampoco las cosas nada cómodas, más por el desacierto local que por el acierto visitante, pero tampoco el San Cristóbal de Segovia es el mismo equipo de la temporada pasada, al menos en estas dos primeras jornadas. El trabajo constante en cancha y las intentonas de llegar al marco contrario se sucedían en las atléticas hasta que la capitana local Raquel encontraba la portería de una Esther muy acertada durante toda la tarde. Quiso el destino que la benaventana Raquel Infestas inaugurara la temporada de la Rosaleda con el primero de los tantos locales. Un gol que sin embargo no sirvió de mecha para encender el partido y hasta la llegada del segundo hubo de esperarse mucho porque no se acertaba en el remate final. Anina a tres minutos del descanso dejaba la tranquilidad con el segundo de los goles locales y daba un liguero respiro a las ansias cajeras.
La segunda mitad, fue algo más vistosa, al menos en el juego local, sabiendo las jugadoras locales que es lo que tenían que hacer en cada momento y tocando de banda a banda la pelota para desestabilizar a una defensa visitante bien plantada que además tenía a su portera con un nivel destacadísimo que evitó que el marcador fuera mucho más consistente. Ya a los cuatro minutos posteriores al descanso Alexia veía nuevamente portería lo que terminó por cerrar un partido que de salida estuvo raro. Con todo más en calma Anina lograba el cuarto y dos minutos después Bea el quinto sumando una nueva victoria local que no sirve para auparse a la primera plaza y sí descender una, hasta la tercera, merced al capítulo de goles a favor de Intersala y Laguna.
El susto del partido lo dio Nati en una jugada desafortunada que la obligó a retirarse con mareos y que no la permitieron volver a cancha.
Celia Matías (Entrenadora Caja Rural Atlético Benavente).- «A priori era un rival, que el año pasado tuvo resultados negativos, son niñas muy pequeñas, pero me he llevado una sorpresa con este equipo porque el año pasado encajaba muchas goleadas y este año está mucho más compacto. No obstante, el sabernos superior nos ha jugado una mala pasada y el equipo agresivo que es el que a mí me gusta quizá no se haya visto pero estoy segura que en partidos siguientes lo vamos a conseguir.
Contábamos con la baja de Miriam que es una chica que nos da el gol, es gol puro, y muchísima garra, pero es lo que es un equipo femenino en el que obviamente no nos podemos dedicar a esto ya que tenemos otras cosas como el trabajo que debemos de atender y es algo con lo que tenemos que contar a lo largo de la temporada. Creo que la plantilla está equilibrada y si falta alguien intentaremos hacer todo lo posible para que no se note.
Natalia llevó un golpe según inició y parecía que se estaba mareando. Pasaron los minutos le di opción de jugar, pero ella decidió que para no estar al cien por cien, que prefería no jugar y la verdad es que se lo agradezco ya que si no están en condiciones prefiero que me lo digan».