El Vilken ofreció cara nueva ante un UVa que ganó al final
El Vilken Mañanes tuvo en sus manos la victoria, pero a falta de dos minutos el UVa se la arrebató.
VILKEN MAÑANES 3.- Tomy, Jorge, Chuso, Charlie y Álex. Luego jugaron, Mario, Ángel, Javi Cala, Kiko, Joselu y Samu.
UVA VALLADOLID 5.- David, David Leal, Ofa, Balle y Raúl. Luego jugaron, Dani Martín, Isaac, Miguelín, Muñoz, Rulo y Víctor.
Árbitros.- De Cabo Gonzalo y Toral Heredia. Amonestaron a los locales Ángel, Charlie y Jorge y a los visitantes Dani Martín y Picolo.
Goles.- 0-1 Isaac (4´), 1-1 Ángel (5´), 1-2 Ofa (18´), 2-2 Chuso (26´), 3-2 Charlie (27´), 3-3 Dani Martín (38´), 3-4 Dani Martín (39´), 3-5 Balle (39´).
La semana pasada titulábamos “Calero, trata de arrancarlo” y la verdad es que el coche se ha puesto en marcha, solo que aún no ha salido del taller. El motor ruge, pero bien es cierto que le pasa algo parecido que al McLaren de Alonso, es un buen coche pero no termina de coger el ritmo.
Como al coche del asturiano, a éste de Álvaro Arias le faltan todavía muchos caballos de potencia para poder estar en competición al cien por cien, pero al menos ayer escuchamos durante muchos minutos como suena y la verdad es que no lo hace nada mal. El único pero que se le puede poner es el de la fiabilidad. Al final el motor gripaba.
De esta manera se puede resumir el encuentro de ayer en el marco y el salón del fútbol sala que se ha convertido la Rosaleda. Ya se acabaron los bailes y las fiestas en la pista y ahora se ve al equipo que se espera.
Ayer el Vilken Mañanes fue más equipo que el UVa de Picolo y Raúl, incluso lo pasó mal. El Vilken salió al campo en busca de la victoria, aún a sabiendas de que el rival que tenía enfrente es de los mejores de la categoría como así lo demostró. Pero ayer para ser justos, el cuadro benaventano debió ser el merecedor de la victoria porque fue el que llevó la batuta del partido obligando a un gran desgaste físico al UVa hasta el punto de que en el tramo final estaban casi fundidos.
Pero a un rival no se le debe olvidar hasta que alguien dice que “la pelea” se ha acabado y al Mañanes ayer le sobraron los minutos basura cuando más controlado tenía el choque. Paradojas de la vida quisieron que un UVa casi hundido encontrara en el quinto jugador el desahogo para un partido que ya daba por perdido y que al final se llevaba.
Fue un encuentro muy intenso, con mucha rapidez en las transiciones y con presión al principio a toda cancha, luego en tres cuartos, de los locales que asfixiaban las salidas de los vallisoletanos obligándoles a muchas pérdidas de balón. Pero ante una presión tan estricta hay que estar todos a una y cuando un palo se debilita toda la construcción se puede venir abajo como sucedió en el primero de los goles visitantes cuando Dani Martín aprovechó la espalda de los locales para ceder a Isaac y batir a Tomy.
Sin embargo se reponía de inmediato el cuadro fontanero con un zurdazo de Ángel que se cuela irremediablemente en el marco de David. Los benaventanos dispusieron de ocasiones claras en acciones incluso en superioridad atacante que no aprovecharon y de las que luego se arrepentirían, mientras que Ofa deshacía la igualada en un balón que pudo llevarse con la mano a ras de suelo tras cortar un contragolpe local. Su disparo lejano acababa en el fondo de la portería de Tomy. Mucho antes Rulo había fallado lo infallable en línea de gol.
Tras el descanso, el tempo del partido seguía ofreciendo lo mismo. Un Vilken presionando la salida del balón y un UVa buscando rápidas transiciones con las que abrir un resquicio en la defensa local.
Pronto llegaba el empate a dos, en una acción del mejor del partido Kiko, lástima que jugara tan pocos minutos en el tramo final, cuando se teje el balón en las piernas y busca hueco entre los defensores pucelanos para servir a Chuso que no perdona.
Se adelantaban los atléticos, en una jugada de picardía, tras una falta en la frontal del área que se sacaba de forma rápida por parte de Chuso hacia Charlie pillando por sorpresa a los rivales y ajustando el balón en el palo derecho de Víctor.
A partir de entonces, los vallisoletanos empezaron a notar el desgaste con un banquillo mucho más corto y con un Picolo que no pudo aportar su grano de arena. Los benaventanos tuvieron ocasiones para cerrar el partido en acciones muy claras que al igual que en la primera mitad no aprovecharon. Incluso hubo una jugada que pudo ser decisiva tras una acción, por manos dentro del área, en una posible pena máxima que los árbitros no vieron o no consideraron como tal.
Cuando todo parecía estar más cerca de la primera victoria, Dani Martín aprovechando uno de los muchos rebotes con los que su equipo se vio beneficiado durante todo el partido, empataba inyectando vitalidad a los suyos y poder caminar en busca de una victoria que al final les sonreiría con un nuevo tanto suyo ante una defensa local muy blandita que se le atragantó el ataque de cinco. Luego fue Calero quien quiso pagar con la misma moneda y en la primera acción de ataque se pierde la pelota a pies de Balle que hace el quinto.
Duele la derrota, pero lo cierto es que de esta manera no duele tanto mas sabiendo el potencial que había enfrente y que si el Vilken se queda sin tres nuevos puntos, al menos el consuelo de que otros dos jugadores nacidos en la casa si los tienen Picolo y Raúl.
Por cierto el único cante de este partido lo dieron la pareja de turno encargada de dirigir el choque.